Elección y mantenimiento de una Barbacoa

Aunque podemos encontrar varios tipos de barbacoas, las eléctricas, de gas y de carbón son las más reconocidas. La barbacoa de gas es bastante fiable. Es de rápido encendido, abreviando el tiempo de cocción, además de ser perfecta cuando solemos tener muchos invitados. A pesar de no generar tanto humo, logra darle un toque de ahumado a nuestros alimentos. Las planchas son otra de las variantes para hacer nuestras barbacoas. Estas no desprenden tanto humo, podemos usarlas en casi cualquier espacio, y son muy fáciles de limpiar. Además, dan un calor muy uniforme permitiendo que los alimentos se cocinen mejor.

La barbacoa eléctrica, comparte muchas de las ventajas de la de gas, ya que es de rápido encendido, no genera tanto humo y además, suele contar con una tapa que le permite hacer la función de horno. Por su tamaño suele ser ideal para espacios pequeños, además de que es seguras y fácil de usar. Por otro lado, la barbacoa de carbon suele ser la favorita y, por ende, la más solicitada, ya que es muy práctica. Generalmente trae incorporada ruedas, lo que nos permite desplazarla y colocarla donde queramos, por lo que puede adaptarse a cualquier espacio.

Sea cual sea la barbacoa que elijas para tu hogar, el mantenimiento de las mismas es un aspecto importante y que no debemos descuidar, ya que nos permite alargar su vida útil. Algunos Pool consejos: el lugar donde la almacenamos durante el tiempo que no la estemos usando debe estar seco y protegido de la humedad y el frío, o cubiertas con alguna funda de protección. De no ser así, pues lo primero antes de usarla sería realizar una revisión exhaustiva de la misma, comprobando si han sido afectadas por el óxido causado por la humedad, o si alguno de sus componentes necesita ser ajustado o cambiado.

Tanto los utensilios que usamos para cocinar como los que usamos para limpiar nuestra barbacoa deben estar en un buen estado, algo que también debemos comprobar antes de volver a usarla. El encendido de nuestra barbacoa constituye parte vital en el mantenimiento de la misma, ya que nos permite calentar la barbacoa y comprobar que funciona sin problemas. Por último, pero no menos importante, es la eliminación del óxido, que para la gran mayoría de los usuarios representa la tarea más pesada. Para esto, es imprescindible tener a mano una lija fina de metal con la que repasaremos la rejilla, para luego ponerle una pintura anticalórica. Evidentemente, cada tipo de barbacoa tiene especificidades a la hora de realizarle su mantenimiento.

Entre los inconvenientes de la barbacoa eléctrica encontramos su tamaño, que al ser menor que el resto, limita la cantidad de personas con las que se puede usar; al necesitar un enchufe eléctrico no puede usarse en todos los lugares. En el caso de la barbacoa de gas, suele ser la más cara, y además de mover la barbacoa, tienes que trasladar la bombona de gas, por lo que no son cómodas de sacar de casa. En el caso de la barbacoa de carbón, tiene en contra el tiempo de cocción, que es mayor. Es muy molesta para limpiarla, hay que saber controlar el fuego para que no se queme la carne, y para usarla tienes que tener en cuenta el clima.

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